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La uña del dedo gordo de mi pie derecho se me entierra, desde siempre. Cada tanto tiempo tenia que ir al podologo a que me cortaran, desinfectaran, y pusieran un algodoncito con alcohol y una vendita. Era enfadoso y no habia nada que hacer, mi uña crecia asi y sanseacabó. De a poco mientras fui creciendo y a sabiendas de que era muy doloroso, fui tomando la costumbre de recortarme de a poco cada tres o cuatro dias la uña. Limandola, y despues hasta poniendomela bonita con colores pastel y estrellitas. Siempre conciente de que si la descuidaba, se enterraria y me cortaria y se infectaria y doleria muchisimo. A veces lo olvide o crei que ya la habia domado y la deje crecer... unas 4 veces en toda mi vida, y sufri las consecuencias. Pero hace ya años que no. Se que mi pie es asi, se que tengo que tener precaucion o dolera.
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A los 3 años me cai de un columpio y me quebre un brazito en tres pedazos. Llore como solo una niña de 3 años con un huesos rotos puede llorar. Me enyesaron. Me quede con el brazo inmovilizado dos meses. La rehabilitacion fue fea, pero ya quedó. Casi. 21 años despues, cuando hace mucho frio o humedad, me duele mi brazo. No hay nada que hacer, me duele y ya. No esta roto, no esta enfermo, solo me quedo resentido y duele y dolera. Solo me resta tratar de mantenerme a salvo de la humedad, en lo posible, y ponerme crema de arnica que no ayuda mucho pero me hace sentir que hago algo.
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Mas grandecita, onda 11 años, me dio varicela fuertisimo. Me llene de estas bolitas feas por todo el cuerpo, y una de las mas gordas me salio en la mejilla izquierda, bajo el ojo a la altura de la nariz. Me talle sin querer con una toalla y me la arranque. Me quedo una cicatriz que odie por años. La intentaba tapar con maquillaje, con curitas, hasta con estampitas. Despues la olvide, ahi esta, la veo pero a la vez no la veo. Un tiempo despues fui con mi dermatologo y me explico que hay una forma de deshacerse de ella, y ya no le encontre caso. Descubri que hasta me gusta, no seria mi misma cara sin mi hoyito en la mejilla.
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Y asi, cada quien tendra las suyas, al final aprendemos a vivir con nuestro cuerpo y sus defectos y sus dolencias y sus cicatrices, al final sabemos que hay cosas que no podemos cambiar y solo nos queda tratar de disminuir los efectos negativos, soportar los momentos en que inevitablemente dolera, hasta darnos cuenta que las cicatrices son ya parte de nosotros mismos, y no queremos que nadie nos las quite.
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Quiza es hora de aceptar que tambien hay sentimientos que no puedo evitar y que negarlos solo me acarreara que se me entierren mas y me infecten. Solo tengo que estar conciente que estan ahi, y cuidarme de recortarlos un poco para evitar que no me dejen caminar. Aceptar que alguna vez va a dolerme de nuevo, aun cuando pasen los años, y que al dia siguiente, cuando deje de hacer frio o de llover, pasara. Talvez hasta llegue el dia en que la tecnologia llegue a tanto que puedan borrar tambien las cicatrices del corazon y querre que me lo dejen ahi.
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